sábado, 19 de octubre de 2013

Las tortas de dulce de leche de Frida

Frida Kahlo nació en Coyoacán, México en 1907. Desde entonces, y a pesar de su última y representante frase "viva la vida", se verá abocada a una vida de sufirmiento físico. 


Muy joven, contrajo una poliomelitis que dejó una de sus piernas desfigurada para toda la vida. Poco más tarde sufrío un grave accidente al chocar el autobús en el que viajaba con un tranvía. Se vio obligada a pasar más de treinta veces por el quirófano y nunca recuperó su ya débil salud. Estos hechos fueron los que mayormente marcaron la triste expresión de su arte. Casi todos sus cuadros la prepresentan a ella misma o a su entorno más íntimo y su marcada tragedia.



Árbol de la esperanza, mantente firme




El sueño (La cama)













Las dos Fridas

Contrajo matrimonio con el célebre muralista mexicano Diego Rivera. Su relación era pasional y extravagante, como ellos mismos. Ambos tenían amantes y la excesiva libertad de que gozaban les llevó a una crisis que acabó con su matrimonio. Aún así, la reconciliación era inevitable, se admiraban mutuamente, tanto en lo personal como en lo artístico, y volvieron a casarase un año más tarde. Era Diego el que, mientras Frida pintaba en la cama, postrada con un corsé, le preparaba unas tortas de dulce de leche que ella adoraba. 


Inicialmente, las tortas preferidas de Frida eran de maiz, como es sabido, ella y su marido eran de lo más mexicanistas y las untaban en cajeta de Celaya, una versión de un dulce de leche elaborado con leche de cabra en la región de Guanajuato, en México. Su elaboración es de lo más facil. La idea de colocarlas en torre se le ocurrió a Frida materializando algunos de los recuerdos de su padre, con el que tenía una relación muy estrecha y que era un emigrante Alemán, de una tarta Dobos* típica centro europea, compuesta por siete capas de bizcocho separadas por otras tantas de crema de chocolate, de las que él disfrutaba antes de salir de su pais de origen. Alguien debió adaptar la receta Méxicana a unos ingredientes más europeizados y así ha llegado hasta mis manos:




INGREDIENTES:



Para unas 20 obleas:

350gr  de harina de repostería
150gr de aceite de oliva suave
150gr de agua
1 cucharadita de sal

Y además: 

Un bote de dulce de leche
250 ml de nata para cocinar
2 cucharadas de azucar
1 puñado de tus galletas preferidas desmigadas 





PREPARACIÓN:


Para preparar la masa de las obleas mezclamos el aceite y el agua y lo calentamos al fuego, antes de que empiece a hervir lo retiramos.
Lo volcamos en un cuenco y le añadimos la harina con la sal, de golpe.
Lo mezclamos todo bien con una espátula de madera, solo hasta que esté bien incorporado.
Dejamos reposar la masa durante unos 30 minutos, después enharinamos bien la mesa de trabajo y la estiramos bien fina.

Con un corta pastas le daremos la forma circular y las pondremos separadas y sobre papel de horno en una bandeja. La bandeja irá al horno durante 2 minutos a 200º. Una vez fuera del horno, las dejaremos enfriar completamente.
Cuando estén frías podemos comenzar a montar las tortas. Es más fácil si se emplatan directamente. Las tortas consisten en una capa de oblea untada en dulce de leche y otra oblea encima también untada de dulce de leche, esta operación se repite hasta formar siete capas separadas que acabarán con una oblea limpia en la cumbre.
Por otra parte mezclaremos la nata líquida con las dos cucharadas de azucar y la verteremos en el fonde del plato, dejando sólo una ligera cama en la que reposa la torta. Esta cama le dará más suavidad a ablandará las obleas. 
Para terminar espolvorearemos las galletas desmigadas sobre la torta.





Si quieres saber más sobre Frida echa un vistazo sobre: 

Su vida
Su obra
Su Museo

Si quieres más dulce de leche lee:

Su receta 

O sobre...

La cajeta de Celaya







Estas tortas eran de las pocas cosas dulces de las que disfrutó la artista. Al final de su vida, siendo frustrados algunos de sus intentos de suicidio, finalmente Frida Kahlo consiguió encontrar cierta paz y murió en 1954, en la Casa Azul, la que aparece en sus cuadros, la que había sido suya toda su vida y que hoy es su Museo. 







"Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad"









* Whole Kitchen, en su Propuesta Dulce para Octubre, nos invita a preparar Dobos Torte.